Hace un par de años, cuando se presentó el concepto de este barco, me emocionó pensar en poder vivir el Renacimiento sobre el mar. Sin embargo, el Costa Firenze se diseñó para operar exclusivamente en el mercado asiático aunque, como muchas otras cosas, la pandemia hizo cambiar sus planes. Fue así como hace unos meses la nave se estrenaba en el Mediterráneo, en el que hará cruceros durante 2021 y 2022, con una temporada intermedia en Dubái.
En nuestro caso, reservamos el crucero para principios de Noviembre 2021. El embarque fue muy rápido y organizado, siguiendo los nuevos protocolos COVID, y pronto pudimos empezar a disfrutar de este fantástico barco.
El barco
Como su hermano gemelo, el Costa Venezia, el barco no estaba solo pensado en viajar por Asia, sino que todo su diseño se hizo pensando en un mercado diferente. Esto implica que nos encontramos con un barco bastante grande, de un tamaño muy similar a otros como el Costa Diadema, pero con diferencias en su interior. Lo primero que pensé al entrar es que tanto los salones como los camarotes se sienten más pequeños. No es un barco con tantos bares como otros, y de hecho no tiene discoteca por ejemplo. La superficie de tiendas es más grande de lo habitual y hay ciertos elementos que cambian, como la ausencia de puertas automáticas o un sistema de ascensores diferentes en los que desde fuera marcas el puente al que te quieres dirigir.
El Costa Firenze está concebido para llevar el estilo italiano (concretamente el Renacimiento de Florencia) a cualquier otra parte del mundo, y se nota. Todos sus salones están inspirados en las calles florentinas, como el atrio principal, conocido como Piazza della Signoria. La esencia de toda la región de la Toscana también está presente en lugares como el Lounge Tuscany con su rincón de vinos Frescobaldi, y te encontrarás esculturas, cuadros, imágenes y detalles arquitectónicos propios de Florencia por todas partes. En términos generales, podríamos decir que el Firenze está a medio camino entre el estilo fantasioso de los barcos clásicos de Costa y el estilo más contemporáneo y luminoso de barcos como el Costa Smeralda.
Opciones gastronómicas
Si hay algo en lo que empleamos tiempo en un crucero es sin duda en disfrutar de la comida y la bebida. En el Firenze, como en el resto de la flota, nos encontramos los restaurantes principales que sirven desayuno, comida y cena; y el buffet que servía desayuno, comida y merienda. Nosotros nos solemos decantar por el servicio a carta, y nos asignaron el Ristorante dei Medici, puente 4.
La comida del desayuno es la misma que la del buffet, pero servida en mesa. Es una opción más tranquila aunque no la recomiendo si tienes una excursión por la mañana y vas algo justo de tiempo, ya que es un servicio bastante más lento que el buffet. Para comer ofrecían cada día una selección diferente de entrantes, primeros, segundos y postres. Como es costumbre en Costa, nos encontramos en su mayoría propuestas italianas como distintos platos de pasta, mozzarella o postres típicos de ciertas regiones. Lo que nunca encontraremos son pizzas o helado, pero de esto hablaremos más tarde. Para merendar, frutas, focaccias saladas, y dulces, entre ellos churros.
Las cenas suelen ser algo más especial, ya que parte del menú se inspira en el siguiente puerto de escala. Como ya vimos entre las novedades de Costa, esta vez los platos de destinación los diseñan Bruno Barbieri, Hélène Darroze y Ángel León; van alternando. Mi máxima recomendación es que los probéis todos. Aún recuerdo unos espaguetis con marisco de Darroze y una sopa de pescado de Ángel que eran una auténtica delicia. Aquí algunas fotos de los platos a bordo del Firenze:
Si quieres vivir una experiencia gastronómica de alto nivel y degustar la cocina de estos tres reconocidos chefs, no puedes perderte el restaurante Casanova. Para mi una experiencia más que recomendable que se merece un futuro post dedicado solo a hablar de ello. Nosotros probamos el menú Barbieri y el menú Leon, el que más recomiendo de todos. Una locura. Aquí algunas fotos para ir abriendo apetito:
El Casanova forma parte de los restaurantes de especialidad (de pago), con un precio de 44€ por persona. A él, se le suman muchas propuestas asiáticas como el Hot Pot, Sushino o el clásico Teppanyaki. Nosotros probamos el Hot Pot, pero tampoco fue algo de otro mundo si ya has probado esta experiencia en tierra. Los imprescindibles para mí son la Pizzería Pummid’oro y la Heladería Amarillo, de pago pero con precios muy asequibles y producto verdaderamente de calidad.
Por último, si hablamos de las bebidas, encontraremos de todo, desde cafés, chocolates y refrescos hasta cócteles de todo tipo, vinos, cervezas y licores. Como siempre, dependiendo del paquete de bebidas que tengamos entran más o menos opciones. Algo especial a bordo del Firenze es que disponen de algunos cócteles exclusivos de este barco, especialmente en el Lounge della Moda, donde preparan bebidas inspiradas en estrellas como Lady Gaga, Madonna, Michael Jackson o Elton John.
Excursiones
Como ya habíamos hablado en alguna ocasión, actualmente Costa solo permite la visita en puertos contratando una de sus excursiones. Es por eso que nosotros decidimos disfrutar del barco, ya que conocíamos los destinos, pero sí que bajamos en Nápoles para coger la excursión a Pompeya.
No voy a hablar de lo maravillosa que me pareció Pompeya, porque de nuevo se merece un post aparte. En su lugar, nos centraremos en la experiencia de excursión con Costa. En general debo decir que esta excursión me sorprendió positivamente. Su precio fue de 75€, algo elevado, pero en comparación con otras excursiones es mucho más completa. Hicimos la salida por la mañana en autocar hasta Pompeya y allí recorrimos las calles y edificios con la explicación de nuestra guía, que fue muy detallada.
En otras ocasiones, otras excursiones habían sido demasiado rápidas, con horarios raros o con demasiado tiempo de autocar y muy poco de visita. No fue este el caso, aunque sigo recomendando aprovechar esta temporada para disfrutar del barco y hacer un par de salidas que realmente nos apetezcan. En caso contrario, la mejor opción sería contar con un paquete de excursiones para no acabar pagando más por bajar del barco que por estar en él. En este vídeo, tratamos el tema con más profundidad.
Actividades y animación
Probablemente, de lo que más pueda hablar es de la vida en el barco. Como siempre, nos encontramos el diario con todas las actividades del día, organizadas por varias categorías como deporte, entretenimiento o eventos gastronómicos. Entre ellas podemos encontrar seminarios de salud y bienestar, clases deportivas, quiz, manualidades y juegos con el equipo de animación y actuaciones musicales. Mis favoritas son los juegos de animación, en los que puedes conocer a más gente y llevarte algún premio, así como la música en directo.
Los espectáculos en el teatro son variados, alternando cantantes que realizan homenajes a artistas como Tina Turner o Queen; shows acrobáticos o baile. Prácticamente todos los espectáculos están guiados por música, así que el idioma no es un problema en absoluto.
Ante la ausencia de discoteca, el entretenimiento nocturno se basa en música en los salones y alguna fiesta que por fin volvía tras mucho tiempo como la fiesta blanca o la noche extravagante. Éstas suelen ser en el puente de la piscina. El resto de días tuvimos código de vestimenta casual y un día formal, aunque esto poco a poco irá cambiando con más diversidad.
El barco solo cuenta con dos piscinas, una exterior y una interior con techo retráctil. Son bastante pequeñas, igual que lo es el spa, que actualmente se reserva para uso privado (70€ por camarote y sesión). El solárium (precioso) y las bañeras de hidromasaje sí que están disponibles para todos los pasajeros. Además, el barco dispone de un parque acuático con toboganes al aire libre.
En cuanto al entretenimiento de los más pequeños y adolescentes, como el resto de la flota, el Firenze cuenta con el Squok Club y la Teen Zone, con actividades dedicadas para cada edad. Además, el barco dispone de zonas de juegos para todas las edades como el minigolf (gratuito, el cual nos encantó) o las máquinas arcade o el jardín de cuerdas (ambos de pago).
Valoración general
En términos generales, la experiencia en el Costa Firenze fue muy positiva. Eché de menos horarios más amplios en los comedores, alguna actividad mas de animación durante el día y especialmente la ausencia de muchos privilegios de miembros del CostaClub que han sido temporalmente suspendidos. Aún así, el crucero fue muy agradable, rodeados de un personal muy atento y que supo resolver cualquier incidencia que pudimos tener durante la semana.
Es un barco que recomiendo especialmente en temporadas bajas, ya que el tamaño de las zonas comunes en ocupación máxima puede hacer que sea algo complicado encontrar mesa en los bares o que podamos sentir que hay demasiada gente alrededor. Sin duda lo que más me ha gustado del barco ha sido su diferenciado estilo, su mezcla de sabores Italia-Asia y la presencia de zonas exteriores como el paseo del puente 5 o el jardín de las flores del puente 15 que elevan la experiencia al poder disfrutar más del mar.
El Costa Firenze es una gran oportunidad de poder disfrutar de un barco diferente antes de que deje de operar en Europa y que nos recuerda a los barcos acogedores más clásicos de Costa pero con un estilo más refinado. ¿Tú te has animado a reservar ya?
Pronto subiré la experiencia en vídeo, ¡no olvides suscribirte al canal de Oggi A Bordo para no perdértelo! Mientras, puedes revivir la experiencia en las historias destacadas de Instagram.
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