Hace unas semanas, tuve la oportunidad de viajar en el Valiant Lady gracias a Virgin Voyages*, y en este post quiero compartir contigo 5 cosas que me encantaron y algo que deberías tener en cuenta antes de reservar tu crucero.
Sin duda, si hay algo que hace especial a Virgin, es su forma de ver los cruceros. En general es una experiencia diferente y que me parece mucho más contemporánea que la ofrecen otras navieras.
1. Unas vacaciones sin ataduras
Uno de los aspectos que más destacaría, es la libertad de hacer lo que quieras y cuando quieras. A bordo de un crucero Virgin, el concepto tradicional de horarios desaparece para dar paso a una experiencia personalizada y sin restricciones. La capacidad de reservar cenas en los restaurantes a tu conveniencia es un aspecto que me encanta. Imagina comenzar el día en tu propio tiempo, sin tener que pensar en el cierre del desayuno, o ver la puesta de sol de forma relajada sin estar pendiente de la hora de tu turno de cena.
Esto es algo poco común, aunque no es nuevo. Otras navieras ya ofrecen opciones similares, pero algo que me ha encantado es que, a pesar de tener libertad horaria, puedes reservar los turnos que te apetezcan para cada día, incluso planear la semana entera con antelación (lo cual en parte recomiendo para asegurarte probar todo lo que quieres). Esto evita llegar y tener que hacer cola en los restaurantes y me parece una maravilla.
Además de los restaurantes de especialidad, hay muchos rincones del barco que ofrecen comida y bebida sin reserva ni horarios, como The Galley, una especie de mercado de comida bajo demanda con rincones de todo tipo (sushi, hamburguesas o desayunos americanos 24h); el Pizza Place, con pizzas para tomar ahí o para llevar y los dulces de las cafeterías o helados.
2. Fans de la gastronomía: es vuestro lugar
La experiencia gastronómica en este crucero va más allá de saciar el hambre. La inclusión en el precio de todos los restaurantes a bordo elimina las barreras entre los pasajeros y las deliciosas opciones culinarias que solemos encontrar en los barcos.
Es frecuente encontrar propuestas que giran alrededor de un restaurante principal y un buffet, con el resto de opciones reservadas para aquellos pasajeros que quieren comprarlas y normalmente es a un precio bastante alto. En Virgin, ni hay restaurante principal ni hay buffet. En su lugar cuentas con esa zona tipo mercado, que se diferencia de un buffet por su servicio a mesa y porque cocina todo bajo demanda para evitar el desperdicio o la comida recalentada en fuentes enormes.
La verdadera joya del barco son los restaurantes especiales, entre los que encontramos Razzle Dazzle (un creativo restaurante principalmente vegetariano); Extra Virgin, un italiano con pasta fresca hecha a bordo todos los días; Pink Agave, una interpretación contemporánea de la cocina mexicana; The Wake, especialistas en marisco y cortes de carne; Gunbae, una original y divertida experiencia interactiva alrededor de una barbacoa coreana; y The Test Kitchen, con un menú degustación de 6 pases basado en el producto y la cocina moderna. Todas estas opciones están incluidas en el precio del viaje, y se suman también a las zonas en las que se sirve más comida como la mencionada pizzería, la heladería o lugares como The Dock (con pequeños platos de inspiración griega) o el Social Club (con bocados para disfrutar mientras juegas a algún juego de mesa o los recreativos).
3. Lo mejor está incluido
Relacionado con el punto anterior, toca hablar de aquello que está incluido en el precio del viaje. Además de todas las opciones gastronómicas, el crucero con Virgin incluye las bebidas básicas como agua, refrescos o café filtrado, el wifi y las propinas, que directamente no existen. Voy a detenerme en estos dos últimos puntos, porque los considero especialmente interesantes.
Por un lado, si has viajado anteriormente en crucero sabrás que el wifi suele pagarse a un precio estratosférico. Esto, unido a la falta de datos móviles normales en alta mar, hace que conectarse desde el barco no siempre sea una opción. Está claro que durante nuestras vacaciones nos puede apetecer desconectar pero, sin embargo, muchos quieren poder seguir conectados con su familia, con sus compañeros de viajes o simplemente poder usar sus redes sociales o manejar algún tema de trabajo. Es por eso que contar con conexión wifi de forma gratuita en los barcos de Virgin me parece todo un logro. Es cierto que no es el internet más rápido del mundo, y que para eso existe una opción premium de pago, pero es suficiente para mantenerte comunicado y hacer uso del correo o de las redes sociales.
Las propinas también son un tema recurrente en cualquier crucero. De hecho, muchas veces es un concepto con el que los pasajeros no cuentan y supone un gran gasto al final del viaje. Las propinas son muy comunes en países como Estados Unidos, donde se considera que la propina paga el servicio de un producto. Hace un tiempo, hice un vídeo comentando este aspecto para que entiendas a la perfección cómo funciona a bordo. Virgin decide eliminar las propinas y optar por unos salarios más altos a los de la competencia. De este modo, el personal sigue cuidado sin tener que repercutir en un gasto extra en los pasajeros. Me parece muy interesante porque valoro mucho las navieras que te dan un precio real, y en este aspecto y sumándolo al resto de iniciativas, considero que viajando con Virgin pagarás lo que te han dicho desde un primer momento, exceptuando las bebidas alcohólicas, gastos en el casino o excursiones.
4. El camarote
Otro de los mejores puntos del crucero es el camarote. En mi caso, conté con un camarote con balcón situado en la parte central del barco. A simple vista, el camarote tiene un diseño muy contemporáneo y ofrece lo que esperas de esta categoría. Sin embargo, hay muchos detalles que me gustaron mucho a tener en cuenta.
Una de las partes más importantes sin duda es la cama, y en este caso nos encontramos con una cama doble que realmente es un sofá. No te dejes confundir por esto; es una de las camas más cómodas que he probado jamás a bordo y al no separarse no notas esos terribles huecos en medio que otras camas muestran al ser dos juntas. Originalmente, Virgin presentaba el camarote con sofá durante el día y con cama por la noche, pero ahora siempre tendrás una cama a no ser que pidas lo contrario. Al no contar con otro sofá por separado, el camarote queda muy espacioso, genial para vestirse frente al espejo. El baño es algo pequeño, así que tener ese espacio extra en la habitación se agradece. Otro de los elementos que destacan es la hamaca roja del balcón. Es simplemente una maravilla y mi única queja es que no haya dos, porque querrás pasarte horas admirando el mar desde aquí.
Por último, algo a comentar es la tecnología presente en el camarote de la misma forma que está presente en toda la experiencia a bordo. Para empezar, las luces y cortinas están domotizadas y se controlan desde una tablet. Esto es especialmente cómodo porque además de contar con ambientes para cada ocasión con luces de colores, podrás hacerlo desde cualquier parte y abrir las cortinas desde la cama por la mañana o apagar esa luz que olvidaste antes de dormir sin tener que levantarte a buscar el interruptor. Además, desde la tablet puedes hacer peticiones al servicio de habitaciones como solicitar el cambio de toallas, el relleno de agua (porque la habitación cuenta con dos jarras de agua que te van rellenando) o pedir algo para picar como unas palomitas o unos ositos de goma sin ningún coste. El camarote cuenta también con timbre y con unas luces que indican los modos “no molestar” o “habitación lista para su limpieza”. Así no tendrás que pelearte con un cartón que siempre se cae de la maneta de la puerta. Por último, no quiero dejar de mencionar el tema enchufes. Son todos americanos y tan solo hay un europeo, pero esto no debería ser problema si viajas con adaptadores o si tienes en cuenta que la habitación cuenta con una gran abundancia de puertos USB para cargar tus dispositivos.
5. Experiencia cercana y del siglo XXI
En mi último punto, quiero hablarte de cómo Virgin consigue acercarse a un nuevo público a través de la experiencia y de su tripulación. La concepción general de los cruceros que se tiene muchas veces es que son lugares muy formales y donde se encuentra un público exclusivamente más mayor. Con los últimos años, esto ha ido cambiando con muchas navieras que se han modernizado y han incluido programas para todas las edades, pero Virgin va un paso más allá. Para empezar, la tripulación se siente muy cercana y esto es gracias a que abandonan formalidades o uniformes excesivamente incómodos y antiguos por un estilo mucho más casual. Es frecuente encontrarte tripulantes haciendo vida a bordo e interactuando con los huéspedes, y esto me gusta, de la misma forma que me gusta ver al personal del puente de mando con un polo y pantalones cortos. ¿Por qué no? Esto dota al barco de un ambiente mucho más joven, y no hablo de la edad en sí, sino más bien del espíritu que se respira más desenfadado e informal sin renunciar a la elegancia o el buen gusto.
Otro aspecto muy relacionado con todo esto y con puntos anteriores es la implementación de la tecnología a bordo, y en concreto me refiero a la app de Virgin de tu teléfono. Casi todas las navieras incorporan apps para gestionar la experiencia a bordo, pero en Virgin hubo varias cosas que me gustaron especialmente. Por un lado, es muy cómodo poder usar la app como servicio de habitaciones y especialmente por su chat con recepción las 24h del día, lo cual te ahorra tener que desplazarte y puedes resolver dudas en cualquier momento estés donde estés. Además la app incorpora funciones muy interesantes como un chat interno gratuito y hasta una función para pedir una botella de champán en cualquier punto del barco. Todo muy estilo Virgin.
Algo a tener en cuenta
Después de repasar todo esto, no quisiera dejar de comentar algo que me parece importante: el público de este barco. En concreto, me refiero a que Virgin es una compañía estadounidense muy orientada al público de habla inglesa. De hecho, todas las comunicaciones a bordo se hacen exclusivamente en inglés, así como los espectáculos, los menús de los restaurantes, la app y hasta la web de la compañía. El precio a bordo es el dólar (común en las navieras americanas) y más allá del idioma notarás todo esto en el ambiente a bordo y en los horarios (algo más pronto de lo que conocemos en España, por ejemplo para las fiestas). Es por eso que considero importante que tengas en cuenta que en este crucero no vas a encontrar el ambiente español que se encuentran en navieras europeas. Esto no es nada negativo, y simplemente va a depender del tipo de experiencia que estés buscando. Si el inglés no es un problema para ti, y quieres probar una naviera con ambiente joven sin renunciar al lujo y descubrir puertos más curiosos, Virgin es para ti sin ninguna duda.
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*Este post forma parte de un viaje patrocinado por Virgin Voyages, pero el contenido y la experiencia es la vivida en primera persona y no tiene ninguna vinculación con la compañía.
** El código descuento ha sido cedido por Virgin Voyages para la comunidad de Oggi A Bordo. La reserva de cruceros a través de él no genera ningún beneficio económico a Oggi A Bordo. Las condiciones de uso así como la elegibilidad del descuento, están sujetas exclusivamente a Virgin Voyages.
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